domingo, 21 de septiembre de 2008

Ansiedad en la Relación Sexual

El Temor al Fracaso.

La ansiedad se convierte de adaptativa en desadaptativa y patológica cuando se produce el trastorno de la anticipación, es decir, cuando prevemos el fracaso en el acto sexual, sin que éste, aún, se haya producido; a menudo, esta ansiedad tiene com base una no erección accidental anterior, una eyaculación prematura, en el hombre, o una falta de lubricación y excitación no recurrente ,asencia temporal de orgasmos en la mujer. Estos episodios puntuales, pueden conducir, sobre todo en personas con tendencia a la ansiedad generalizada y con baja autoestima, a convertir un fracaso pasajero en una dificultad crónica. La ansiedad, el miedo al fracaso, la baja autoestima son, pues, circunstancias que se deberán solucionar antes de abordar cualquier problema sexual.
Las situaciones ambientales, trabajo, estrés, cuidado de niños y ansianos, o el acoso sexual, influyen notablemente en la ansiedad al fracaso en las relaciones sexuales. Es decir, el trastorno de ansiedad que es capaz de crear un sentimiento de minusvalía sexual en las personas está alimentado por factores psicosciales muy importantes que también tienen una notable incidencia en la ausencia de orgasmo y en la no erección.

La obliación de resultados.


La exigencia de resultados efectivos de placer sexual demandada a uno de los miembros de la pareja, sobre todo a los hombres, provoca , en ocasiones, una ansiedad excesiva a consecuencia de la obligación de mantener la erección y aguntar la eyaculación mucho más tiempo de lo que, en realidad, la mayoría de los hombres es capaz de sostener, la ignorancia de muchos varones sobre métodos y técnicas que ayudan a permanecer más tiempo sin llegar al orgasmo, con mucha satisfacción, contribuye a potenciar el problema ansioso, cuyo mayor desajuste lo comprueban los hombres ante la falta de erección. En el caso de las mujeres la demanda se dirige más a que disfrute del placer, que lo exteriorice, lo que produce, precisamente bloqueo e indiferencia ante esas peticiones. Este defallecimeinto temporal será mantenido posteriormente por el mecanismo del temor al fracaso ya observado.

El altruismo excesivo.

La obsesión por complacer al otro distorsiona al sujeto y genera ansiedad compulsiva, donde se olvida totalmente las necesidades eróticas propias y se malinterpreta las de la pareja. Esta actitud puede ocultar complejos psicológicos o físicos que tienen como finalidad compesar la baja autoestima. El altruismo sexual esconde temor al abandono y al rechazo. Las personas que se preocupan excesivamente por el placer del otro tienen la obsesión constante de demostrarle que son indispensables, en estos casos la ansiedad tiende a derivar hacia trastornos fóbicos.

El fenómeno de la autosupervisión.

Este término incorrecto designa una conducta de defensa contra la ansiedad ligada al placer; se realiza cuando el sujeto observa con gran atención su comportamiento sexual. Se trata generalmente de personas muy ansiosas en la sexualidad, que son dueñas de sí mismas y vigilan implacablemente sus reacciones. Ser juez, espectador de sus resultados, no facilita en modo alguno el desarrollo de una función autónoma como es la respuesta sexual. Este control consciente, excesivo de la respuesta, puede traducir una defensa obsesiva contra el abandono en el placer y provoca a menudo una eyaculación tardía o ausente, y trastornos de la erección.


En todos estos supuestos, la terapéutica sexológica actuará preferentemente y ante todo sobre os factores "actuales" que perturban el funcionamiento sexual normal; sin embargo, no siempre será suficiente esta acción y a menudo se intentará un acercamiento a los fundamentos psicológicos relacionados con el origen de estos conflictos.