La ignorancia es atrevida y peligrosa, en las relaciones de pareja suele ser, además, un gran obstáculo de la buena actividad sexual. Lo más relevante cuando el conocimiento sexual es pobre, es que afecta tanto al placer de dar como al de recibir. ¿Qué se puede esperar de un hombre que se contenta en buscar su placer en una relación, por no saber detectar las fases de la repuesta sexual de su compañera si ignora incluso su existencia? ¿Cómo nos vamos a asombrar de que una mujer no logre el orgasmo si no sabe pedir las caricias necesarias, simplemente porque ignora la fisiología de su respuesta sexual?
La información sexual errónea.
Los fundamentos de la información sexual errónea se encuentran en los mitos, tanto de los hombres como de las mujeres. Hoy, por ejemplo, está demostrado como no fundado ,que sea el coito la mayor fuente de satisfacción sexual. La falsa información que difunde la idea que la mujer es anormal sexualmente, cuando no obtiene fácilmene e logasmo por la estimulación intravaginal puede original complejos y ansiedad; en algunos casos donde la mujer es inducida a los sentimientos de culpabilidad, o los adquiere cuando su respuesta sexual es débil, puede desembocar en un trastorno anorgásmico severo, con abandono de la actividad sexual.
También el mito del
orgasmo simultáneo preocupa a mcuhas parejas, que, creyendo éste como un criterio obligatorio de normalidad, se han considerado cmo mal dotadas al no conseguirlo con regularidad, llengando, en muchos casos a la ruptura de la pareja. Existe al respecto, incluso, literatura poco recomedable y escasamente rigurosa, que nos pretende asegurar la increible experiencia del orgasmo coital simultáneo ,como una explosión de placer indescriptible, alcanzable mediante técnicas insólitas y finalmente, como era de esperar, inútiles. Es preciso, por ello, explicar que el orgasmo simultáneo, aunque posible, es la excepción y que solo sobreviene si la mujer isruta el pacer con facilidad, sin estar condicionada al placer de su compañero masculino, más explosivo y rápido, por lo general. La mayoría de las mujeres no alcanzan el placer del orgasmo tan rápidamente como el hombre, y este mito del orgasmo mútuo conduce a que en millares de parejas el hombre se pase el tiempo tratand de aminorar la excitación mientras la mujer trata de intensificarla, resultando darse, en más ocasiones que las deseadas, una falta de orgasmo placentero por retención de la tensión acumulada.
Conducta de huida ante el placer.
Estos comportamientos de evitar incoscientemente toda sexualidad satisfactoria pueden traducir una gran ansiead y sentimientos de culpabilidad asociados al placer. El hecho de dedicar muy poco tiempo a la relación sexual, el hecho de rehuir todo contacto estimulante, el hecho de de orientar exclusivamente la realciónhacia la consecución del orgasmo, la invitación presurosa de la mujer a que marido la penetre y concluya aún cuando ella no está dispuesta, son ejemplos de comortamientos destiados a evia esta ansiedad que el placer podría desencadenar. No es raro que estas conductas desencadenen, con el tiempo, hostilidad hacia el otro miembro de la pareja.
Mala comunicación conyugal.
La falta de comunicación de los deseos eróticos entre los dos miembros de una pareja esta mediada por la vergüenza, el temor de la mujer a ser considerada como una viciosa o una puta o del hombre a considerarse anormal, sentimientos, entre otros, que desplazan sus verdaderas necesidades afetivas y sexuales, produciendo apatía y alejamiento. Esta ausencia de intercomunicación empobrece mucho la estimulación recíproca y contribuye en gran medida a hacer ineficaces las relaciones; muchas veces la falta de comunicación es el origen de la disfunción sexual, que puede tener otras causas, pero contribuye a agravar la dificulta y la ineficacia de la unión y a perpetuar una situación de insatisfacción.
La información sexual errónea.
Los fundamentos de la información sexual errónea se encuentran en los mitos, tanto de los hombres como de las mujeres. Hoy, por ejemplo, está demostrado como no fundado ,que sea el coito la mayor fuente de satisfacción sexual. La falsa información que difunde la idea que la mujer es anormal sexualmente, cuando no obtiene fácilmene e logasmo por la estimulación intravaginal puede original complejos y ansiedad; en algunos casos donde la mujer es inducida a los sentimientos de culpabilidad, o los adquiere cuando su respuesta sexual es débil, puede desembocar en un trastorno anorgásmico severo, con abandono de la actividad sexual.
También el mito del
orgasmo simultáneo preocupa a mcuhas parejas, que, creyendo éste como un criterio obligatorio de normalidad, se han considerado cmo mal dotadas al no conseguirlo con regularidad, llengando, en muchos casos a la ruptura de la pareja. Existe al respecto, incluso, literatura poco recomedable y escasamente rigurosa, que nos pretende asegurar la increible experiencia del orgasmo coital simultáneo ,como una explosión de placer indescriptible, alcanzable mediante técnicas insólitas y finalmente, como era de esperar, inútiles. Es preciso, por ello, explicar que el orgasmo simultáneo, aunque posible, es la excepción y que solo sobreviene si la mujer isruta el pacer con facilidad, sin estar condicionada al placer de su compañero masculino, más explosivo y rápido, por lo general. La mayoría de las mujeres no alcanzan el placer del orgasmo tan rápidamente como el hombre, y este mito del orgasmo mútuo conduce a que en millares de parejas el hombre se pase el tiempo tratand de aminorar la excitación mientras la mujer trata de intensificarla, resultando darse, en más ocasiones que las deseadas, una falta de orgasmo placentero por retención de la tensión acumulada.Conducta de huida ante el placer.
Estos comportamientos de evitar incoscientemente toda sexualidad satisfactoria pueden traducir una gran ansiead y sentimientos de culpabilidad asociados al placer. El hecho de dedicar muy poco tiempo a la relación sexual, el hecho de rehuir todo contacto estimulante, el hecho de de orientar exclusivamente la realciónhacia la consecución del orgasmo, la invitación presurosa de la mujer a que marido la penetre y concluya aún cuando ella no está dispuesta, son ejemplos de comortamientos destiados a evia esta ansiedad que el placer podría desencadenar. No es raro que estas conductas desencadenen, con el tiempo, hostilidad hacia el otro miembro de la pareja.
Mala comunicación conyugal.
La falta de comunicación de los deseos eróticos entre los dos miembros de una pareja esta mediada por la vergüenza, el temor de la mujer a ser considerada como una viciosa o una puta o del hombre a considerarse anormal, sentimientos, entre otros, que desplazan sus verdaderas necesidades afetivas y sexuales, produciendo apatía y alejamiento. Esta ausencia de intercomunicación empobrece mucho la estimulación recíproca y contribuye en gran medida a hacer ineficaces las relaciones; muchas veces la falta de comunicación es el origen de la disfunción sexual, que puede tener otras causas, pero contribuye a agravar la dificulta y la ineficacia de la unión y a perpetuar una situación de insatisfacción.
